La Innovación Social es una estrategia necesaria para aportar valor a los emprendimientos
La innovación social se puede entender como nuevas ideas (productos, servicios y modelos) que simultáneamente satisfacen necesidades sociales, generan valor y crean nuevas relaciones de colaboración. En el marco del trabajo de las entidades del Tercer Sector la Innovación Social es una importante herramienta que permite incrementar el alcance y la profundidad de los impactos de los proyectos y programas desplegados. Sin embargo, los aportes desde la Innovación Social van más allá del ámbito de las ONG. Es el caso de un creciente número de emprendimientos que a través de este enfoque están transformando los cimientos de sectores tan diversos como la vivienda, los servicios residenciales, la alimentación, o la educación.
Y es que a través de la Innovación Social se puede aportar valor a los emprendimientos, acercándonos al ámbito del emprendimiento social. No se debe confundir estos términos, que aunque relacionados, tienen significados diferentes. Así, es posible llevar a cabo Innovación Social en otros ámbitos, como por ejemplo a través de políticas públicas. Sin embargo es a través de la iniciativa de personas en diversas partes del mundo donde, cada vez más, podemos observar cómo la Innovación Social se convierte en el elemento diferencial de cada vez más propuestas.
Pero, ¿cómo aplicar la Innovación Social a la generación de propuestas de valor?, ¿cómo aplicar este enfoque en una propuesta de negocio?. La respuesta no es sencilla, ya que el alcance de la Innovación Social es tan amplio como creativa sea la visión de aquél o aquélla que lo analice. Jovesólides cuenta con la plataforma Escuela Creactiva, como espacio de confluencia de información, formación y herramientas, pero sobre todo como espacio para visibilizar la relevancia que la Innovación Social puede tener para emprender. Desde esta mirada y experiencia aportamos a continuación cuatro claves para diseñar un proyecto de emprendimiento Social que ayuden a cualquier persona con motivación por emprender y diferenciarse.
- Un diagnóstico acertado.
La primera clave es identificar problemáticas sociales de nuestro entorno. A menudo la ventana de la oportunidad se abre muy cerca de nosotras y nosotros. Es el caso de Kuvu, una startup nacida en Bilbao que pone en contacto a jóvenes buscando residencia y a personas mayores que pueden ofrecer un alojamiento, ayudando así a paliar el problema de la soledad no deseada en la tercera edad. Eduardo Fierro, su fundador, se topó con la idea cuando aceptó irse a vivir con una persona mayor al cambiarse de ciudad para ahorrarse el alojamiento. Como ésta existen miles de historias, pero hay algo muy interesante en este caso: un desarrollo similar ya se había hecho por parte de la universidad, sin mucho alcance. Sin embargo, Fierro y su equipo consiguieron hacer mucho más atractiva la idea introduciendo la remuneración de la persona mayor, y enfocando el servicio hacia un público más joven. La lección que podemos extraer no es sólo que las mejores ideas surgen de nuestro entorno inmediato, si no que en ocasiones basta con mejorar propuestas existentes.
- Elección clave: el modelo de negocio
Otro caso de éxito interesante es el de la empresa de inserción Ellas lo bordan. Se trata de una empresa imparte talleres de formación de costura para mujeres en riesgo de exclusión, y distribuye sus productos entre su extensa red de colaboradores y a través de su portal web. Esta empresa genera un impacto social facilitando la capacitación técnica orientada al aprendizaje de un oficio de mujeres en situación de vulnerabilidad, fortaleciendo sus competencias transversales para favorecer su integración sociolaboral. En este caso, el enfoque de innovación social tiene que ver no sólo con la idea generatriz del proyecto, si no con la elección del modelo de organización: una empresa de inserción laboral. Este modelo permite una mayor proyección social, y permite acceder a importantes beneficios fiscales que favorecen la sostenibilidad del emprendimiento. De este caso de éxito podemos aprender que cualquier persona que planee emprender con enfoque de innovación social debe empaparse de la normativa Economía Social, ya que de la elección del tipo de organización puede depender la viabilidad del proyecto. Es fundamental aprovechar todas las oportunidades disponibles.
- Fin social como eje empresarial
Por último comentar el caso de Auara, una empresa de venta de agua embotellada con un fuerte compromiso social. Esta iniciativa ha conseguido un gran impacto y reconocimiento debido a su compromiso: el 100% de los dividendos se destinan a proyectos de acceso seguro al agua en países empobrecidos. En este caso podemos ver cómo el enfoque de innovación social se aplica no en el modelo de negocio, bastante tradicional, si no en el fin social de la entidad. Gracias a esto, Auara ha conseguido diferenciarse y entrar a un mercado copado por grandes empresas contra las que no es fácil competir en costes. Es el claro ejemplo de cómo una propuesta centrada en el valor social añadido puede permitir hacerse un hueco en un mercado tradicional.
- Alianzas y apoyos para consolidar el emprendimiento
Para finalizar hay un último aprendizaje que podemos adquirir del enfoque de Innovación Social: el hecho de que gracias a ella es posible acceder a una gran diversidad de opciones de financiación. Existen multitud de instrumentos específicos, públicos y privados que premian la innovación social como herramienta de transformación. En el marco de estos últimos, es habitual encontrar que grandes corporaciones del sector financiero cuentan con fundaciones, premios y concursos que pueden facilitar el lanzamiento de un emprendimiento innovador con valor social, y que no podemos olvidar a la hora de realizar un plan de negocio. Conseguir alianzas estratégicas con estos grupos puede marcar la diferencia y permitir el lanzamiento del negocio, uno de los hitos más complicados para cualquier persona decidida a emprender.
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