En un mundo en el que la sostenibilidad se ha convertido en una necesidad apremiante, el reporting de sostenibilidad y la debida diligencia se elevan como pilares fundamentales para impulsar el cambio positivo. Estas dos prácticas empresariales no solo son una responsabilidad moral, sino también una oportunidad estratégica para destacar en un mercado cada vez más consciente y exigente.
El reporting de sostenibilidad es la herramienta esencial que permite a las organizaciones medir, evaluar y comunicar su desempeño en áreas clave como el medio ambiente, los derechos humanos y la gobernanza corporativa. Como nos contaba la pasada semana el DG de Economía sostenible, José Vicente Soler Gironés, a través de informes transparentes y claros, las empresas pueden mostrar su compromiso con la sostenibilidad y generar confianza entre sus stakeholders. No se trata solo de cumplir con regulaciones y normas, sino de impulsar una verdadera transformación hacia prácticas más sostenibles.
Sin embargo, el reporting de sostenibilidad es solo el primer paso en el camino hacia un futuro más responsable. Es aquí donde entra en juego la debida diligencia, una práctica que busca identificar y abordar los riesgos relacionados con los derechos humanos, el trabajo infantil, la corrupción y otros problemas que pueden estar presentes en la cadena de suministro. La debida diligencia no solo garantiza la transparencia, sino que también ayuda a construir relaciones comerciales más éticas y a proteger la reputación de una empresa.
La combinación del reporting de sostenibilidad y la debida diligencia proporciona a las empresas una ventaja competitiva significativa en el mercado actual. Al adoptar estas prácticas, las organizaciones pueden diferenciarse como líderes en sostenibilidad, captar la atención de los consumidores y atraer a inversores responsables. Además, al comprender y abordar los riesgos en su cadena de suministro, las empresas pueden evitar escándalos y crisis que podrían dañar su reputación y sus resultados financieros.
El reporting de sostenibilidad y la debida diligencia también tienen un impacto más allá de las fronteras de una empresa. Al comunicar abiertamente sus esfuerzos y resultados en sostenibilidad, las organizaciones inspiran a otras a seguir su ejemplo y a contribuir al bien común. Asimismo, al exigir transparencia y ética en toda la cadena de suministro, se fomenta un cambio positivo en la industria en su conjunto.
Como explica el periódico digital especializado BDO, son una serie de requisitos que, desde el pasado 5 de enero de 2023, han entrado en vigor con la nueva Directiva europea sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa, conocida como CSRD que obliga a las empresas de más de 250 empleados a realizar estos informes. Es importante reconocer que implementar el reporting de sostenibilidad y la debida diligencia puede presentar desafíos y requerir recursos significativos. Sin embargo, las recompensas a largo plazo son valiosas tanto para la empresa como para la sociedad en general. No solo se trata de sobrevivir en un mundo en constante cambio, sino de prosperar y dejar un legado positivo para las generaciones futuras y adaptarse al marco legal que ya viene delimitando la UE desde hace más de una década, como explica Johanna Gallo en este artículo para la Revista Haz.
En conclusión, el reporting de sostenibilidad y la debida diligencia son herramientas poderosas para impulsar la transformación hacia prácticas empresariales más sostenibles y éticas. Estas prácticas no solo ayudan a las empresas a destacar en un mercado competitivo, sino que también contribuyen a construir un futuro mejor para todos. Es hora de aprovechar esta oportunidad y tomar medidas audaces hacia un mundo más sostenible y responsable.
¿Te ha interesado este artículo? Si quieres saber más sobre nuestras metodologías innovadoras y de emprendimiento social, en este link tienes a tu disposición todos los materiales, vídeos e información de libre consulta y descarga.
Si te apasiona la innovación social no querrás perderte el V Foro de Innovación Social que se celebrará en València en 2024. Si quieres mantenerte al día de todas las novedades y tener la información antes que nadie apúntate a la lista de interés (¡tardarás menos de un minuto!).
La Escuela Creactiva es un proyecto de Jovesólides para fomentar la innovación y el emprendimiento social financiado por la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) y la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. Puedes seguir toda la actualidad a través de la etiqueta #EscuelaCreactiva en los medios sociales.
Me ha en cantado este reportaje
Muchas gracias por cambiar el mundo