Al tratarse de un área de acción moderna y con pocos estudios de campo realizados, encontrar el camino correcto para su desarrollo e implementación se hace complejo para quien estudia esta materia.
Hablamos con el director del Máster de Innovación Social y Dinámicas de Cambio de la Universidad de Alicante, Liberto Carratalá, para reflexionar sobre el estado actual de la innovación social y para que analice, como experto en la materia e investigador para Jovesólides, los retos que afronta este campo de estudio en los próximos años, especialmente en un contexto en que la estandarización de la inteligencia artificial en la sociedad crece a pasos agigantados.
¿Por qué considera relevante la innovación social en la sociedad?
LC: Lo que se entiende por innovación social puede diferir bastante a nivel individual. Es relevante porque da respuesta a problemáticas existentes con una solución novedosa. Estamos hablando de que tiene que haber un beneficio y un output positivo en la comunidad. Esto que parece obvio, no lo es tanto. Existen más dudas a la hora de llevarlas a la práctica. ¿Qué se considera innovación social y qué no? Eso queremos aclarar en este proyecto en todos los estamentos. Es un reto encontrar el espacio en el que todos estemos de acuerdo. Hay confusión sobre qué es la innovación social. Cómo demostrar en un proyecto que tu idea es de innovación social. En la jornada salieron a relucir estas carencias. Esto conllevará que las empresas se formen en el ámbito de la innovación social.
¿Qué retos debería abordar la innovación social próximamente?
LC: Articular la teoría con ideas prácticas. La innovación social es una disciplina que requiere de formarse en habilidades y ejecutar bien las herramientas de las que disponemos para hacer innovación social. Que la formación profesionalice a las personas que están interesadas. Si tenemos personas formadas, haremos innovación social de una manera más inteligible para todo el mundo.
¿Cómo va a influir la estandarización de la Inteligencia artificial en la sociedad?
LC: Soy un enamorado de la IA. Por tanto, pruebo todas las herramientas de la IA que he tenido a disposición. Ahora mismo disponemos de una IA muy en ciernes. Tenemos muchas herramientas pero todas son muy parecidas. Lo que tenemos ahora es un aperitivo de lo que puede llegar a ser. Todavía no podemos hacer un uso prácticamente a nivel usuario ni tampoco las pequeñas empresas pueden sacarle el partido que tendrá. Ahorra trabajo pero no es una herramienta tan creativa. En el texto del discurso, no son todavía muy creativas. Ayudan a simplificar el trabajo, pero les falta camino por recorrer. La innovación social se debe asentar en el uso de la creatividad. Para mí, todavía es patrimonio de los humanos. Nos puede ayudar a simplificar procesos, pero todavía le cuesta tener ideas brillantes. Nos permite tener más tiempo para pensar y ser creativos. De ahí, todavía no pasamos.
¿Cómo fue la mesa de incidencia, organizada por Jovesólides el pasado octubre en la Universidad de Alicante, para debatir sobre la innovación social?
LC: Fue una experiencia interesante, creo que de las más destacadas de las que hemos hecho en el máster. Conseguimos unir a estudiantes del Grado de sociología, de trabajo social y del máster de innovación social con emprendedores y emprendedoras. Tuvieron la oportunidad de intercambiar ideas, de aprender de la experiencia de las emprendedoras y emprendedores y de ver cómo se lleva a la realidad lo que se plantea sobre el papel.
¿En qué propuestas se ahondó durante la jornada participativa realizada posteriormente en la UA?
LC: Fue otra jornada muy interesante, realizada a iniciativa de Jovesólides, porque diagnosticar el estado de la innovación social en la Comunitat Valenciana es novedoso. Normalmente siempre va ligado a la tecnología. Una iniciativa como ésta es primordial y necesaria. Incluso urgente. Conocer la situación actual para consensuar espacios comunes fue un buen inicio para el camino que tenemos que recorrer. Yo no conocía a casi nadie de las personas con las que compartía el taller y entienden la problemática de la misma manera que yo, lo cuál me pareció una excelente punto de partida.
¿Considera que espacios como el Foro de Innovación Social hacen avanzar las investigaciones en este campo?
LC: Creo que el Foro es un formato interesante en el sentido de que no es una jornada, es un congreso. Es una iniciativa que tiene vocación de ir más allá del encuentro. La oportunidad para crear ese espacio común en el que efectivamente trabajemos. El foro tiene esa personalidad de aunar acciones y voluntades, decidirlas. Se trata de hacer y creo que el foro tiene esa vocación de trascender el decir y llegar al hacer. Espero que el próximo Foro de Innovación Social pueda cumplir con esa expectativa.
¿Cómo podemos abordar las oportunidades que la innovación social ofrece?
LC: La innovación social, cuando superemos la etapa de llegar a los espacios comunes, va a ser una herramienta muy válida. Es un proceso que tiene como objetivo resolver un problema y tiene, a su vez, una potencialidad del proceso. El proceso es tan importante como el resultado. La dinamización de comunidades y vecindario es mucho más importante que resolver el problema. El hecho de que haya conciencia de que hay que resolver un problema y se una para trabajar en conjunto hay que valorarlo tanto como el propio resultado. La dinamización comunitaria es un rasgo característico de la innovación social. Debemos formar a la ciudadanía para ayudarnos entre todos a resolver los problemas sociales. Todo está cambiando y la mentalidad también debe cambiar. Ser crítico es vital para poder avanzar. Pero debemos ser críticos de manera constructiva. La ciudadanía debe poner el dedo en la llaga y asumir la responsabilidad. Aprovechar esta ola de cambio para introducir más procesos participativos como se está haciendo en los últimos años. La complejidad de los problemas que afrontamos hace necesaria la participación ciudadana. La acción debe ser parte de la ciudadanía y tenemos que seguir en esta línea y no abandonarla. Estoy convencido de que si creamos más instrumentos normativos para que la ciudadanía deba asumir esa responsabilidad. Normas que busquen el beneficio colectivo y den cabida a que la ciudadanía participe en la cogeneración de política pública para que la sociedad lo vea con naturalidad.
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