Ximo Masip es cofundador de ImpactE, una empresa que desea hacer más amable la vida de las personas en sus municipios gracias a poner en valor el ahorro energético y las estrategias de datos para utilizar la energía de forma eficiente, sostenible y no contaminante.
El emprendedor valenciano nos cuenta su experiencia de creación de una startup que pone el foco en las personas para llevar a cabo la innovación social y, por tanto, involucrar a la sociedad en los cambios energéticos.
Para esta joven empresa valenciana, el modelo de las Comunidades Energéticas es la apuesta principal en sus líneas de acción eficientes en la reducción del coste y también del gasto energético. Por ello, apelan a personas responsables y preocupadas por el medioambiente y la gestión energética de su barrio o su ciudad para que se erijan como líderes comunitarios en este aspecto.
- ¿Cómo aplicáis la innovación social en vuestro sector?
Ximo Masip (XM): Nuestra misión es doble. Por un lado, facilitar la transición energética y, a la vez, ayudar a empoderar y sumar a la ciudadanía de forma activa en ésta. En esa última, es donde necesitamos incorporar la innovación social para poder transmitir el mensaje a la ciudadanía e involucrarla.
Aplicamos la innovación social ayudando a las ciudades a impulsar modelos innovadores como son las Comunidades Energéticas, que son grupos de ciudadanos y pymes unidos para llevar a cabo acciones colectivas por el clima y la energía.
Primero ayudamos desde el punto de vista técnico en las ciudades a entender estos nuevos modelos y decidir si impulsarlos y cómo. Y una vez decidido, la ciudad gasta nuestras herramientas para transmitir a la ciudadanía el potencial económico y ambiental de sumarse de forma activa a la transición energética y todos sus beneficios, generar interés y captarlo para que se inscriban en la comunidad energética local.
Una de las soluciones que mejor funcionan en esta línea son los mapas solares, como el de Castelló, que permiten al ciudadano con un único click en su casa conocer el potencial de su edificio, el de su vivienda, comercio o nave industrial.
- ¿Por qué es relevante la innovación social para avanzar en la transición energética?
XM: La transición energética puede hacerse de varias formas. Podemos cambiar las grandes plantas generadoras de energía actuales, que funcionan con combustibles fósiles por grandes plantas que funcionan en renovables. O bien cada cual puede actuar en su casa para reducir la necesidad de energía, el consumo energético y autogenerarse la energía que necesita. En el primer modelo las inversiones suelen estar en manos de grandes empresas y el ciudadano es simplemente un ente pasivo del sistema que se dedica a pagar facturas. En cambio, en el segundo modelo, el ciudadano toma partido en el sistema energético y se beneficia con ahorros a las facturas energéticas. Además de obtener otros muchos beneficios como es una mejor calidad energética de su vivienda por ejemplo que implica una mucho mejor calidad de vida.
Pues bien, si queremos apostar por el segundo modelo, la innovación social es imprescindible. Puesto que la transición energética, además de ser un problema técnico también es un problema social porque tenemos que ser capaces de convencer a la ciudadanía para que ejecute las actuaciones energéticas necesarias para reducir la necesidad energética y su consumo y autogenerarse la energía a sus propiedades. Bien viviendas, bien comercios o bien industrias. Y este problema es bien grande dado la actual desconfianza en el sector por lo ocurrido en la última década.
- ¿Cómo conseguís involucrar a las personas?
XM: Esta es la gran pregunta. Existen diferentes formas por lo que hemos visto de cómo se involucran las personas en la transición energética. Puede ser bottom-up, término inglés que significa de abajo hacia arriba, en el que es un grupo de ciudadanos quienes pide en la ciudad la promoción de estas iniciativas como por ejemplo las comunidades energéticas. O bien, puede ser top-down, que significa de arriba hacia abajo, en el que es la propia ciudad quien promueve estos modelos porque se suman los ciudadanos. El más habitual es el segundo, como ha ocurrido en València, Castelló, Alpuente… mientras que el primero, por desgracia, no es tan habitual. Sería el ideal y ha ocurrido, por ejemplo, en Catarroja.
Lo que es bonito del modelo top-down es que la ciudad consigue convencer a un grupo de ciudadanos para, por ejemplo, impulsar la primera comunidad energética. Este grupo de ciudadanos son los que acaban gestionando la comunidad energética, que funciona como una asociación o cooperativa, y, este modelo, que se inició top-down acaba convirtiéndose en bottom-up. Es decir, son los mismos ciudadanos los que componen la comunidad energética impulsada inicialmente desde el gobierno, quien consigue convencer a más ciudadanos porque se suman a la iniciativa y esta acabó creciendo. Esto es exactamente lo que ha ocurrido en la ciudad de València con la primera comunidad energética, la de Castellar-El Oliveral. A quién nosotros ayudamos en su estrategia de expansión.
Las soluciones de ImpactE ayudan a las ciudades, áreas industriales y comunidades energéticas a promover estas iniciativas en el conjunto de la ciudadanía con herramientas digitales y campañas de marketing para generar interés alrededor del proyecto y captar interesados. Así como herramientas para conocer técnicamente cuál es la mejor forma de expandirse, por ejemplo buscando nuevas cubiertas u otras actuaciones de eficiencia energética.
- ¿Cuáles son las medidas principales que recomendáis a las empresas, personas y ciudades con que trabajáis?
XM: En ImpactE trabajamos en más de 30 ciudades a nivel nacional, más grandes y más pequeñas. Desde Murla, que cuenta con un centenar de habitantes, hasta València y también en Barcelona, fuera de la Comunitat Valenciana. Nuestras soluciones se adaptan a la realidad del municipio para aportar el máximo valor.
La principal medida que recomendamos es la de sentarse a hacer una adecuada planificación energética antes de impulsar acciones concretas. Esto va a permitir al Ayuntamiento o al conjunto de industrias de una área industrial o a la comunidad energética, una mayor rentabilidad económica y un mejor aprovechamiento de los recursos, tanto técnicos como físicos (cubiertas).
Por ejemplo, con el Ayuntamiento de Sumacàrcer el hecho de plantear antes una estrategia clara para el autoconsumo municipal nos ha hecho ver que, en vez de ejecutar 10 instalaciones de autoconsumo fotovoltaico a los 10 edificios públicos, con una única instalación de autoconsumo compartido se pueden alcanzar a los 10 edificios públicos. Gracias a esto el Ayuntamiento se ahorra el 57% del coste de inversión (más de 30.000 €), el técnico tiene que ejecutar un único proyecto en vez de 10 y lo más interesante es que quedan 9 cubiertas libres en el municipio que pueden ser utilizadas, como ya hace este municipio, gracias a la iniciativa de la Comunidad Energética Local. Sumacàrcer es un ejemplo de pueblo pequeño, pero si hablamos del mismo planteamiento en un municipio grande como Castelló estamos hablando de potenciales ahorros superiores a 1 millón de euros.
Y estas actuaciones están además subvencionadas por el gobierno regional y autonómico. Justamente estos días se han publicado las bases reguladoras de unas subvenciones públicas de la Dirección de Transición Ecológica de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica que subvencionan este tipo de actuaciones para promover que los gobiernos locales tengan un planteamiento y una estrategia antes de ponerse manos a la obra y poder aprovechar mejor los recursos.
La innovación social está presente en casi todos los campos en los que la sociedad avanza ya que necesitamos de la implicación de las personas para progresar como conjunto. ImpactE es un buen ejemplo de que podemos llevar el emprendimiento y la innovación social a niveles que ni siquiera imaginábamos hace unos años. No nos podemos desvincular como seres individuales de la masa social en la que vivimos sino que debemos actuar para crear un mundo en el que las sinergias y los avances nazcan de las comunidades y se pongan al servicio de las personas.
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