La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) otorgó en 2022 el título “palabra del año” a la expresión “inteligencia artificial”. Esta también lo podría haber sido en 2023 o 2024, años marcados por la presencia de esta nueva realidad que irrumpe en nuestras vidas cambiándola por completo.
En un momento en que se nos advierte de su peligrosidad y, a la vez, de sus beneficios, explicaremos cómo el uso de inteligencia artificial nos puede ayudar a minimizar la huella de carbono a través de dos ejemplos de empresas/aplicaciones.
El sector tecnológico es uno de los que más energía consumen, y se prevé que para 2025 el consumo eléctrico de este sector alcance el 20% de la electricidad que se producirá en el conjunto del planeta, haciéndolo responsable, a su vez, del 5’5% de las emisiones de CO2. Aquí te mostramos dos opciones para reducir tu huella de carbono como empresa o como particular:
CoCircular
Alcanzar tus objetivos de descarbonización digitalizando la gestión circular de los residuos es quizás una necesidad de tu empresa, por lo que CoCircular te ayuda a adaptarte a la nueva normativa ahorrando tiempo y optimizando costes. Esta entidad combina el conocimiento técnico de su equipo de expertos con el uso de la inteligencia artificial para incrementar la valorización de residuos, reducir emisiones de CO2 y cumplir las exigencias de la normativa europea.
Onerz
Tu aplicación ideal es Onerz en el caso de que tu intención, como persona individual, sea reducir tu impacto medioambiental, pues esta app te ofrece alternativas de consumo más sostenibles y asequibles a las que ya usas. Esta plataforma digital te ayuda en el día a día para ser más sostenible, midiendo la huella de carbono que generas con tus propias actividades. Empieza analizando tu consumo gracias al empleo de inteligencia artificial para, como fin, conocer cómo es tu estilo de vida y así resolver cuál es el impacto que este puede tener sobre el planeta y cómo resolverlo, con alternativas que, además de un impacto social, medioambiental y personal positivo, también tenga un ahorro económico.
Por cada exceso de CO2 emitido el usuario tiene la opción de plantar un árbol.
En estos dos ejemplos, el primero dirigido a entidades y el segundo a personas individuales, podemos observar cómo la IA es una herramienta poderosa para impulsar la innovación social en diversas empresas o entidades, ayudando a minimizar la huella de carbono ayudándose de la inteligencia artificial para recopilar la información de las bases de datos y optimizarla. ¡Cada granito suma!
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